Por: Zenaida Ramos Ramos
ESCENARIO
(Último de una serie de reportajes)
Un hombre de 76 años de edad tiene la esperanza de que el doctor Leonardo Valentín le restablezca una buena circulación sanguínea en su pierna derecha, mediante una revascularización quirúrgica, para evitar una amputación futura.
Eran las 10:00 a.m. del miércoles pasado cuando ESCENARIO presenció, en exclusiva, la cirugía de derivación (puente o “bypass”) en su pierna. Los hermanos cirujanos periferovasculares, Leonardo y Wilmer Valentín, practican ese tipo de intervención quirúrgica en el Professional Hospital de la Clínica Especializada en Circulación en Manatí.
Mientras el doctor Leonardo Valentín hacía la cirugía con la asistencia de Widanys Rodríguez, técnica vascular y de sala de operaciones, su hermano explicaba cada paso. Acompañaban los anestesistas Ivette Santos y Josué Ramos.
El paciente padece de diabetes y lamentablemente había perdido su pierna izquierda, mientras que en la derecha, tenía señales de comienzo de gangrena.
“Tiene ‘red pain’; es el momento antes de la gangrena. Es rubor, el signo pregangrena. Tiene isquemia al descanso, por tanto, está próximo a una gangrena. Por eso, esta pierna es doblemente importante porque ya perdió la otra. Se le hace el ‘bypass’ para restablecer la circulación y muchos de esos pacientes pueden volver a caminar”, indicó el doctor Wilmer Valentín.
Cuando ESCENARIO llegó a la Sala de Operaciones, ya el doctor Leonardo Valentín le había hecho al paciente una incisión desde la ingle (donde comienzan las piernas) hasta la parte superior del pie para comenzar el “bypass” en la arteria femoral y en la dorsal del pie, con la vena safena que se encuentra también en la pierna. En términos médicos, practicaron una anastomosis arteriovenosa quirúrgica, es decir, unión entre la arteria y la vena.
“El sistema superficial solamente carga de 5 a 10 por ciento de la sangre en las piernas. El 90 por ciento de la sangre en las piernas va por las venas profundas. Uno puede sacar una vena safena y la circulación se queda inalterada porque ahora la sangre coge por otro sitio. O sea, no es necesario para vivir. Inclusive, hay pacientes que esa vena se les daña completa. Esa es otra patología y nosotros la removemos y el paciente sigue perfecto”, especificó el doctor Wilmer Valentín, quien mencionó a continuación los pasos principales y resumidos de la cirugía.
La vena tiene muchas ramas como un árbol, indicó el cirujano Leonardo Valentín, quien no quería que la sangre que fluía por las venas del paciente se fuera por las ramas, sino por el tronco. Su hermano agregó que por las colaterales pequeñas no estaba pasando suficiente sangre para que sanara el pie del paciente. “Entonces tenemos que hacer un ‘bypass’. No es una estrechez que podemos dilatar. Aquí tenía que haber tres arterias; no hay ninguna. Están todas tapadas y tenemos que hacer un conducto nuevo desde arriba hasta abajo de la pierna.”
El cirujano “busca la vena safena en la ingle. La separa del sistema venoso (ya a las 10:30 a.m. había separado la vena). Busca la arteria femoral también en la ingle, luego viene abajo donde va a hacer la otra conexión. Busca la arteria donde va a conectar y busca la safena y la libera también. Establece los dos segmentos (en la ingle y en el pie). Los dos extremos de la safena los tiene sueltos ahora. Conecta el primero arriba. Después que él conecta el primero, la sangre no va a poder pasar hacia abajo porque la vena tiene unas válvulas adentro, pero él a través de las ramas va a meter un instrumento y va a dividir esas válvulas y la sangre entonces va a poder venir. Cuando él divida todas esas válvulas y se establezca el conducto, la vena va a tener pulso que antes no tenía; el segmento distal de la safena lo pega a la arteria en el pie y ya estableció el canal nuevo. Establecimos un conducto nuevo por donde la sangre ahora va a pasar. Eso se llama puente o ‘bypass’ (o derivación)”.
Cuando el doctor Leonardo Valentín procedía a hacer la conexión entre la vena safena y la femoral, como a las 10:50 a.m., halló una placa de calcio en la arteria femoral y tuvo que limpiarla mediante una endarterectomía. Su hermano explicó que “la arteria desarrolla unas lesiones y esas lesiones como parte del proceso de sanar hay inflamación. Como parte del proceso de inflamación se va depositando calcio en las arterias del que está en el torrente sanguíneo y en el cuerpo”.
“El va a conectar aquí (en la femoral) y tiene que quitar toda esta placa de calcio. Tiene que limpiar la arteria; está tapada. El va a abrir la arteria y va a sacar todo ese calcio completo, por tanto, al sacar ese calcio va a darle sangre al ‘bypass’. Va a darle sangre a esta arteria y va a darle sangre a otra arteria. Mejora la circulación desde todos los puntos de vista. Aun cuando se tapara el ‘bypass’ en el peor de los casos, al hacerle esto nada más (quitar la placa de calcio), le va a mejorar la circulación del paciente. Le vamos a hacer un procedimiento que se va a mejorar el paciente desde muchos ángulos”, aseguró el doctor Wilmer Valentín.
La duración de la cirugía varía de acuerdo con la experiencia y el adiestramiento del cirujano. El doctor Leonardo Valentín suele tardarse dos horas, mientras que su hermano finaliza en tres horas. “Hay gente que son más diestras y otras menos diestras”, dijo el segundo.
El doctor Leonardo Valentín lleva 20 años haciendo la cirugía y ha operado alrededor de 5,000 pacientes. “El 87 por ciento sale del hospital con el ‘bypass’ patente (quiere decir funcionando) y a los 10 años, el 70 por ciento tiene el ‘bypass’ funcionando. Estamos dando unos resultados en una población que tiene doble o triple de incidencia de diabetes que Estados Unidos. Su anatomía es mucho más chiquita. La enfermedad es mucho más compleja y aun así tenemos unas estadísticas que compara con los mejores centros de los Estados Unidos”, aseveró Wilmer Valentín.
Mientras se llevaba a cabo la intervención quirúrgica, el paciente escuchaba las explicaciones porque se encontraba anestesiado desde la espina dorsal. ESCENARIO lo saludó y él dijo en broma: “No me dejan dormir” debido a que nos escuchaba hablar durante la entrevista. Acongojado narró brevemente cómo había perdido su pierna izquierda.
Luego de la cirugía, la persona podría estar caminando al tercer día de ésta. Usualmente están cuatro días en el hospital y al mes se ha recuperado un 80 por ciento, pero la recuperación varía entre los pacientes.
Cuando concluimos la entrevista, el caballero valiente indicó que se sentía “confiado porque he sentido bien todo, gracias a Dios. Muy amables todos y todas”. En su mirada se reflejaba la esperanza de que su pierna recuperara la circulación sanguínea y poder caminar con una prótesis.
(Los reportajes anteriores se publicaron los lunes 21 y 28 de enero, y el 4 de febrero.)