Inspeccionar y observar los pies diariamente por una persona o familiar con buena visión. Reportar a su médico cualquier cortadura o ampolla para prevenir complicaciones iniciando el tratamiento temprano.
Lavar los pies diariamente y secar bien entre los dedos. Evitar, el agua caliente, pues al paciente no tener buena sensación puede no darse cuenta que, está ocurriendo una quemadura. Probar la temperatura del agua con sus manos.
Inspeccionar sus zapatos por dentro antes de ponerselos y asegurarse que no tengan algún objeto dentro.
Los zapatos deben ser cómodos y cerrados. En ocasiones, el uso de zapatos hechos a la medida es recomendables.
No usar los zapatos sin medias.
No camine descalzo. Usar los zapatos todo el tiempo que esté de pie, incluyendo dentro de la casa, especialmente el levantarse a oscuras de noche. No usar chanclas en ningún momento. Esto evitará el golpearse contra algún mueble o pararse sobre un objeto punzante o cortante.
Las uñas deber ser cortadas por alguien con buena visión.
No se corte los callos, ni use agentes químicos. Esto debe ser hecho por un profesional.